El Ayuno de Daniel es un periodo en el que dejamos de lado la información de este mundo para enfocarnos en la presencia de Dios (por eso se trata de un «ayuno»). Será un momento en el que las personas tendrán la oportunidad de desintoxicarse de contenidos que no tienen utilidad para acercarse al Altísimo.
En este lapso podrá invitarlo a su vida y buscar Su presencia para que habite en su interior, o bien, si ya posee Su Espíritu, renovará la alianza que ya tiene con Él.

¿Qué hacer?
Si se ha preguntado qué acciones necesitar tomar durante el Ayuno de Daniel, primero, es imprescindible tener un enfoque. Pregúntese cuál es. Si no tiene el bautismo con el Espíritu Santo, entonces, concéntrase en eso.
Pero si ya tiene el bautismo con el Espíritu Santo, entonces, ¿qué busca para su vida: fortalecimiento espiritual, renovación espiritual, ser más usado por Dios, vencer algún desafío en su vida espiritual.
Simplemente mantenga el enfoque durante el ayuno.
Ahora, la segunda cosa en la que necesita pensar es en lo que tendrá que prescindir. El Ayuno de Daniel no tiene que ver con alimentos, sino con la información que le distrae de lo que es útil para su relación con Dios. Es decir, renunciar al consumo de información a fin de concentrarte solamente en el contenido espiritual; y, claro, sin descuidar sus actividades, solo hará lo que es preciso para su trabajo o estudios. Por ejemplo, si necesita acceder a internet para trabajar, solo la usará para esos fines, pero al terminar, no seguirá en el mundo de las redes sociales o cualquier otra distracción, a menos de que su trabajo sea a través de ellas.
También, seleccione libros espirituales y los libros de la Biblia que leerá. Prepárese para el próximo ayuno.
AYUNO DE DANIEL
Esta es una excelente oportunidad para quien desea unirse a la mente de Cristo y volverse espíritu vivificante (estaremos notificándole cuando dará inicio este propósito sumamente edificativo en nuestra vida con Dios).
Fuente: IURD